Con la llegada de las lluvias muchas estructuras sufren diversos daños a causa de la humedad y el moho que se acumula a través de los años.
Estamos a tiempo de tomar medidas para proteger nuestros inmuebles con una baja inversión, evitándonos mayores trastornos y gatos.
No sólo hay que cubrir los techos con pinturas aislantes, también una inadecuada instalación o inexistencia de protección en la pared puede causar el ingreso o traspaso de humedad, tanto al interior de esa estructura como al aposento que cubre la misma.
Esta situación crea un deterioro prematuro y, consecuentemente, una disminución de hasta un 30% en su vida útil. Por otra parte, aparecen las goteras en los techos por la mala colocación de las láminas, la falta de selladores o por el constante uso.
Según datos de la Encuesta Nacional del Hogares 2014, el 40,2% de las viviendas costarricenses requiere de algún tipo de reparación y, para hacerlo, es ideal aprovechar que todavía hay días veraniegos para revisar lugares estratégicos y efectuar arreglos o remodelaciones que permitan solucionar los problemas en la edificación.